Estas palabras
de un himno litúrgico de este tiempo de adviento nos ponen en sintonía para
vivir este tiempo de preparación, tiempo de Gracia.
ABRE; este
verbo tan común en nuestro vocabulario es preciso, que se transforme en verbo
frecuente en nuestros corazones tantas y tantas veces endurecidos por el
pecado, el egoísmo, la ambición …
El adviento es
tiempo de abrirnos, ante todo a la
Gracia divina, estamos esperando a Cristo, Gracia inmensa de
Dios para nuestra esperanza, nuestra
vida, nuestro caminar. Para prepararnos debemos abrir lo cerrado, abrámonos a
la sorpresa del Señor, el sueña y desea nuestra plenitud, que El entre y nos
sorprenda con la venida dichosa de su Hijo.
TU TIENDA; el
antiguo pueblo de Israel, peregrino por el desierto era un pueblo nómada, todo
lo que eran y tenían lo guardaban en sus tiendas frágiles, la tienda era
reflejo de su ser. Nosotros guardamos todo lo que somos y tenemos, nuestros
sueños, deseos, heridas y afanes…, en nuestro corazón. Es por eso que esperando tan augusta visita
debe de pasar por una sana, recomendable y siempre saludable ayuda de la
confesión sacramental para poner orden y limpieza que nos dispongan con alegría
a la visita del Dios con nosotros.
AL SEÑOR!!; no
caigamos en la tentación de pensar que otros advientos otras navidades fueron
mejores, más autenticas, más llenas de lo verdaderamente importante de Cristo.
Vivamos en la Gracia
del Hoy y esperemos y anhelemos la venida del Señor Jesús. Despertemos ese
verdadero deseo entre tanto; comercio luz espumillón y manjares
de mesa.
Tengamos un
adviento con verdadero deseo de Dios. Esa es la mejor preparación, el deseo
profundo y verdadero del Señor.
José Antonio
Lora López
Bravo!! preparemos nuestra tienda y nuestro corazón!! El Señor nos espera!
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