A
mi hija Blanca y a mi nieta Blanca Dasha
reflejos de lunas en el agua clara,
una es muy chiquita otra más serrana
ambas un regalo de luz y esperanza.
En el frio invierno de Kazajistán,
un país lejano con grandes estepas,
relució una estrella en lindo portal.
La estrella indicaba camino certero
a tierras templadas de padres y abuelos.
Mientras esperaban, con mucha impaciencia,
rezan a Jesús que veloz vinieran.
nuestra garantía de que estaban cerca.
Cantar y bailar llenos de alegría
están bajo el manto de Virgen María.
Javier Ortiz
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