sábado, 15 de diciembre de 2018

VILLANCICO DE ESPERANZA

 A mi hija Blanca y a mi nieta Blanca Dasha

Tenemos dos niñas que se llaman Blanca,
reflejos de lunas en el agua clara,
una es muy chiquita otra más serrana
ambas un regalo de luz y esperanza.

En el frio invierno de Kazajistán,
un país lejano con grandes estepas,
relució una estrella en lindo portal.
La estrella indicaba camino certero
a tierras templadas de padres y abuelos.
Mientras esperaban, con  mucha impaciencia,
rezan a Jesús que veloz vinieran.
La Virgen María se puso contenta,
nuestra garantía de que estaban cerca.
Cantar y bailar llenos de alegría
 están bajo el manto de Virgen María.
                                             
Javier Ortiz

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