martes, 11 de julio de 2017

El último emir de Al Andalus

La abundancia de monedas acuñadas en los reinados de Abderramán II y Muhammad I se invierte con sus sucesores, con los últimos emires de Al Andalus, con Al Mundir, Abdalah y Abderramán III.
Al Mundir tuvo un corto reinado, dos años, del 273 al 275 de la Hégira, lo que en sí mismo es causa suficiente para justificar la corta emisión numismática, pero a ello hay que añadirle los escasos ingresos por impuestos consecuencia de la falta de control del territorio.

Y con Abdallah el descontrol de Al Andalus llegó a tal nivel que hubo momentos en que el emir sólo dominaba Córdoba y los territorios próximos a ella.
El principal problema le vino por la rebelión de Umar ben Hafsun, que se prolongó hasta el reinado de Abderramán III. Ben Hafsun estableció un reino independiente en Bobastro (Málaga). Hubo incluso acuñación de moneda por Daysam ben Ishaq que se apoderó de las minas de plata de Tudmir (la cora de Tudmir ocupaba aproximadamente lo que hoy es la provincia de Murcia).
Si bien el reinado de Abdalah ocupa desde el 275 al 300 H, la verdad es que la acuñación de moneda se paraliza totalmente hacia el 281 H con la ceca ya cerrada, y hay años intermedios en los que no existen monedas.
Escasísimas por tanto con Al Mundir y Abdalah.

En el año 300 de la Hégira Abderramán III sucede a su abuelo Abdalah. Su padre, Muhammad, el primogénito de Abdalah, había muerto asesinado por su hermano al-Mutarrif en el 277 H, pero ya había nacido su hijo, el que después sería Abderramán III.

Y tampoco existen monedas de Abderramán III desde el inicio de su reinado en el 300 H hasta el 316 H a excepción del algunos feluses en los primeros años.
¡16 años después del inicio de su reinado! Podríamos decir que empleó su tiempo en apaciguar Al Andalus, o incluso que en esos primeros años no disponía de recursos, pero hay una coincidencia que no parece ser casual: en ese año 316 H se autoproclama califa. Todos los autores coinciden en que fue una maniobra premeditada y que estuvo esperando a ese momento, de forma que de Abderramán III no existen dirhames durante su periodo de emir, y sí como califa. Y muchos.




Abderramán III, felús del 303 H, ceca de Al Andalus

Anverso:
"No Dios sino / Allah único / no compañero para él"
En la orla se lee ".... Felus Al (Andalus)..."

Reverso:
"Mahoma / el enviado / de Allah / Ibn Bahlul"

Ibn Bahlul es Ahmad ben Halib ben Bahlul, que en el año 302 H fue nombrado zabazoque (Inspector general de mercados) hasta el 313 H
De este felús decir dos cosas.
Primero que su uso era local y restringido a las compras en el mercado y de ahí que aparezca este personaje.
Y en segundo lugar el adorno en forma de hélice de su anverso, que indistintamente se le encuentra con sus aspas en ambos sentidos.


Se da la circunstancia de que ese mismo dibujo lo encontramos en varias columnas, concretamente en el fuste, de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
He aquí una fotografía de una de esas columnas del citado monumento. Corresponde a la ampliación de Almanzor, en una nave que se encuentra con testigos de yeso para controlar posibles movimientos.
Como muy bien han apuntado diferentes autores la diferencia de fecha entre ambas marcas es grande pues si las monedas son de los primeros años de esa centuria del 300 de la Hégira, la marca de las columnas es del gobierno de Almanzor, y éste inició la ampliación del templo allá por el año 377 H (987 dC). Es decir, que la diferencia es de más de setenta años.
No se están refiriendo por tanto a un mismo tallista o grabador sino más bien a una escuela o taller que tuviese esta marca como signo de identificación.

Cuando se acuña este felús Abderramán era el emir, situación que se propongará hasta el 316 de la Hégira como hemos apuntado, siendo pues el último emir de Al Andalus. A partir de ese momento cambia su situación pasando a califa de Al Andalus.

                                                 Juan Manuel López Márquez