lunes, 24 de diciembre de 2018

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. ¡¡Qué gran alegría!!
Celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios.

La Iglesia lleva la Buena Nueva por todo el mundo y queremos dedicar unos días a contemplar el misterio de La Encarnación del Hijo De Dios. "Cristo nos ha nacido, venid adorémosle".

La contemplación de la humanidad de Jesús y el misterio de la Navidad nos da grandes lecciones para vivir en nuestras vidas. La Virgen María nos da al mundo su Hijo, lo envuelve en pañales y le recuesta en el pesebre, mientras José rodea al Niño de su ternura y cuidados paternales como si fuera hijo suyo.

Es muy interesante esta visión. Así como hay padres que adoptan hijos, Jesús adoptó un padre en la tierra, llamado José. Recordamos las palabras de María "¡Hijo mío, tu padre y yo te andábamos buscando!" Qué difícil debió ser el papel de esos padres que agarrados a la fe escucharon la voz de Dios a través del ángel, muchas veces sin comprender el porqué. Su huída precipitada a Egipto por culpa de Herodes y la posterior retirada a Nazaret, como migrantes de hoy que lo dejan todo.

Qué auténtica entrega amorosa por parte de cada miembro de la sagrada familia. María y José fueron vislumbrando poco a poco el misterio de la vida de Jesús manteniéndose fielmente unidos a El. Jesús obedecía a su madre y su padre y permanecía junto a ellos que fueron sus primeros educadores.

En todos los hogares cristianos debería haber un nacimiento, para rezar en torno a él alguna oración en familia, recordando como adoraron a Jesús en su momento los Magos y los pastores que al mismo tiempo honraban allí también a su Madre y su Padre quienes de rodillas y gozosos le contemplaban.

¡Feliz Navidad!

Javier García Barceló y Jaime García Gómez-Luengo


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