El
palacio de Las Dueñas fue fundado por la familia Pineda, quienes lo
tuvieron que vender en el año 1484 a Catalina de Ribera por
necesidades acuciantes de dinero: debían pagar un rescate por don Juan de
Pineda, hecho prisionero por los moros.
Posteriormente
el inmueble pasó a ser propiedad de la Casa de Alba tras el
matrimonio de la IV marquesa
de Villanueva del Río, Antonia Enríquez de Ribera Portocarrero, con el
IV duque de Alba de Tormes, Fernando Álvarez de Toledo y Mendoza.
El
Palacio de las Dueñas debe su nombre al monasterio de Santa María de las
Dueñas, que en 1248 se conocía como Compañía de Dueñas y
cuyas monjas se encargaban de dar servicio a reinas y esposas de los reyes
de Castilla San Fernando y Alfonso X el Sabio.
Este
edificio se encontraba en la periferia (de la Sevilla romana, pero
dentro de la ampliación amurallada hecha por Ibn Yusuf en el siglo XI-XII) y
fue destruido en 1868.
El
palacio de las Dueñas se compone de un conjunto de patios y edificios.
Su estilo abarca
desde el gótico-mudéjar hasta el renacentista, conteniendo
muestras y detalles con toques sevillanos en sus ladrillos, tejas, azulejos,
encalados y cerámicas. Posee el típico patio andaluz, al igual que
la Casa Pilatos, y predominando los grandes espacios, mostrando así lo
majestuoso de su conjunto.
En
la entrada al palacio se puede observar el escudo del ducado de Alba en azulejo
de fabricación trianera del siglo XVII o XVIII, en el arco
principal.
Detrás
del jardín que se encuentra a continuación entramos en un patio rodeado de
arcos con columnas de mármol blanco, sujetan pilastras con adornos platerescos que
presentan un friso plateresco también. Encima de esta galería se construyó otra
con arcos de estilo mudéjar.
El
arco situado al oeste del patio en las galerías bajas da acceso al edificio que
se utilizó como capilla del palacio, también es de estilo plateresco. El altar
mayor de la capilla contiene varios azulejos con reflejos metálicos, típicos de
la cerámica sevillana del siglo XVI.
Subiendo
a la planta alta del palacio predomina un salón cuyo techo es de forma octogonal
de alfarje dorado, se asienta sobre un arrocabe con pintura al estilo
renacentista.
Ha
sido reformado durante los siglos XVIII y XIX.
Uno
de los principales atractivos del palacio de Las Dueñas es la importante
colección artística y decorativa que contiene, que según un inventario de
la Junta de Andalucía, ya que todos estos bienes han quedado sujetos a la
legislación andaluza, asciende a 1.425 piezas, entre obras de arte,
muebles y demás objetos antiguos.
Es
importante el conjunto de arte español de los siglos XIX y XX (Mariano
Benlliure, Federico de Madrazo, Sorolla, Zuloaga,Gonzalo Bilbao, Romero
de Torres, Carmen Laffón), y el palacio alberga también algunas piezas
anteriores: Jacopo Bassano (Los caldereros), Sofonisba
Anguissola, Annibale Carracci, Francesco Furini (La creación de
Eva), Luca Giordano, Giovanni Paolo Pannini, José de Ribera (Cristo
coronado de espinas), Francisco Antolínez, Joaquín Inza y un
retablo de Neri di Bicci, Santa Catalina entre santos (que
preside el altar de la capilla). Son sólo una porción de la enorme pinacoteca
perteneciente a esta familia, cuyas principales joyas se guardan en Madrid, en
el palacio de Liria.
Las
Dueñas acumula así mismo abundantes muebles de época, cerámicas, tapices y un
largo etcétera de objetos decorativos. Se conserva además un dibujo a la acuarela realizado
por Jackie Kennedy durante su estancia en 1967.
En
el muro de entrada al palacio de Las Dueñas, una placa indica que en una de las
dependencias que alquiló el administrador del duque a los padres de Antonio
Machado, nació (1875) y vivió su infancia el poeta, y así lo plasma en uno de
sus escritos:
Mi
infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y
un huerto claro donde madura el limonero;
mi
juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi
historia, algunos casos que recordar no quiero.
Antonio
Machado
Cotilleo:
También
este palacio vio nacer a Carlos Falcó, V marqués de Griñón y XII marqués
de Castelmoncayo, Grande de España (y ex de Isabel Preysler), cuando su padre Manuel Falcó, primo
hermano del duque de Alba, el padre de Cayetana, se refugió en el Palacio de
las Dueñas durante la
Guerra Civil.
Entre
sus ilustres inquilinos está el marqués Guglielmo Marconi que a
principio del siglo XX junto a su familia este ingeniero e inventor
del telégrafo sin hilos, disfrutaba de hermosas veladas que
organizaban los duques de Alba en el palacio.
En
décadas posteriores han pasado por esta casa otras celebridades como son el
compositor Cole Porter y el músico Arthur Rubinstein (ambos
tocaron el piano aquí), la ya mencionada Jackie Kennedy, los príncipes Raniero
III de Mónaco y su esposa Grace Kelly...
En
este palacio se celebró en 1947 la primera boda de la entonces duquesa Cayetana
Fitz-James Stuart, la XVIII duquesa
de Alba de Tormes, calificada en su día por la prensa extranjera como la más
costosa de la época y el acto social más relevante «celebrado en España desde
el final de la monarquía».
Cayetana
vivió y pasó sus últimos momentos en compañía de los suyos, falleciendo el 20
de noviembre de 2014, y dejando viudo a Alfonso Díez Carabantes, con el
que había contraído matrimonio en terceras nupcias, el 5 de octubre de 2011.
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