Al
hablar de las Repúblicas en España rápidamente pensamos en la Primera , de 1873, y en la Segunda , de 1931. Sin
embargo hoy vamos a hablar de otra República, de la República de Córdoba que
se instituyó en el año 422 de la
Hégira , correspondiente al 1031 de la Era Cristiana. Éstos
son los hechos:
Los
años en el poder de Almanzor llevaron
aparejada la anulación de la familia Omeya y de la aristocracia árabe, que como
es comprensible no aceptaban la dictadura de dicho personaje y que, dicho sea
de paso, sí fue muy bien aceptaba por la ciudadanía. Ya sabemos eso de “pan y
circo” lo bien que cae al pueblo. Situación que acabó en la fitna o guerra
civil como hemos citado en varias ocasiones.
Una
de las familias más ilustres que quedó en la provincia fue la de los Banu Yahwar, cuyo miembro más
importante era Abu -l-Hazm Yahwar.
Terminada
la Guerra Civil
en el año 414 H, Yahwar escribió a los Gobernadores para que designasen algún
descendiente Omeya que pudiese ocupar el trono y devolverle su antiguo
esplendor. Se propuso a Hixén III, bisnieto de Abderraman III, que había estado
en Alpuente protegido por los Banu Kaçim. Entró en Córdoba en el 420 H.
Una
conspiración acabó con el asesinato del Primer Ministro Abu-l-Assim Al-Hakem
dos años más tarde, y con la huída de Hixén a Lérida, donde muere en el 428 H.
Hixén
III recurrió a su salida de Córdoba a Abu -l-Hazm Yahwar, al que confió el
poder supremo.
Los
vecinos de Córdoba eligieron un Consejo de Estado el cual proclamó jefe del
poder ejecutivo a Yahwar. En un primer momento no aceptó y, movido por los
ruegos de todos, aceptó con el derecho a aconsejarse de otros dos ciudadanos
relevantes. Concretamente creó un consejo de estado de ministros y jueces, con
el cual consultaba antes de tomar cualquier decisión política.
Quedó así constituida la República con Yahwar
como Presidente
Gobernó
con justicia, sabiduría y destreza; arrojó del territorio a los bereberes
acabando así los desmanes, creó una Guardia Nacional y arregló la
administración. No habitó el Palacio Real y siguió viviendo en su casa
particular, y no se enriqueció a costa del pueblo.
Reconoció,
en fin, la supremacía religiosa de los Idrisíes malagueños, que conllevaba a
Abdallah como imán.
Fracción de dirham
Abu-l-Walid
Muhammad al-Rasid ben Yawar (435-456
H)
|
Anverso:
No Dios sino / Allah. Mahoma /
Enviado de Dios
Reverso:
El Iman / Abdallah / Príncipe de los
creyentes
Murió
Yahwar en el 435 H sucediéndole su hijo Abu-l-Walid Muhammad al-Rasid ben Yawar
que obtuvo el poder por delegación de la
asamblea de nobles cordobeses, pero tomó el título de al-Rasid con lo que se
apuntaba así una nueva dinastía reinante.
Como característica de su mandato está el asilo ofrecido a
gobernantes de Taifas de Niebla, Huelva o Algeciras cuando fueron destronados,
o la mediación que realizó entre las Taifas de Sevilla y Badajoz
Hizo
abdicación de la
Presidencia en sus hijos Abd-er-Rahman y Abd-al-Malik en el 456 H. Rápidamente el segundo se deshizo del
primero quedando en el cargo de Presidente del Consejo de Córdoba, y obligando
al-Rasid al pueblo a reconocer al heredero.
Quedaba
a la vista la supresión progresiva de
las instituciones republicanas.
Terminó
la República
cuando Yahya Al-Mamun de Toledo cercó Córdoba en el 460 H, lo que obligó a
Abd-al-Malik a pedir auxilio a Al-Mutadid de Sevilla. La ocupación toledana de
Córdoba duró hasta que Muhammad ibn Abbad
al-Mutamid sucedió a su padre como emir de Sevilla.
Al-Mutamid derrotó al ejército toledano, pero en lugar de liberar Córdoba la
capturó y la anexionó a la Taifa
de Sevilla en el 462 H.
Vaya,
echaron a los toledanos pero se quedaron los sevillanos.
Quedaban
así en evidencia los enemigos de Córdoba. Toledo lo había sido desde el inicio
de la dominación musulmana, y Sevilla lo comenzaba ahora.
La
familia Yahwar fue conducida a Gezirat Saltis, en las Marismas del Odiel, en Huelva.
Los
Banu Yahwar no ejercieron soberanía por lo que su nombre no aparece en las
monedas
Está
visto que las Repúblicas no han terminado bien en España. Por lo menos hasta
ahora.
Juan Manuel López Márquez