Abderramán I y III. Materiales de
acarreo visigodos en el primer caso, que corresponden al arco interior; y
califales en el segundo, al arco exterior.
Es la entrada a la nave axial de la Mezquita hasta la
ampliación de Almanzor
En principio no fue una puerta pues
todas las arcadas estaban abiertas. Se convierte en una verdadera puerta cuando
se tapan el resto con la construcción de las capillas de esta fachada Norte.
Es importantísima la lápida original a la derecha del arco:

Es el único texto original conservado
sobre las intervenciones de Abderramán III en la Mezquita.
Nos dice quién: Abd al-Rahman,
príncipe de los Creyentes, al-Nasir li-din Allah. El califa Abderramán III para
entendernos.
Nos dice qué: edificar esta fachada y
perfeccionar su solidez
Nos dice cuándo: año 346 de la Hégira
En la portada dos columnas miliarias romanas
halladas al hacer los cimientos del crucero catedralicio en el s. XVI.
Abderramán III, dírham del 346 H, ceca
de Medina Azahara
Este año el rey Sancho I de León viaja
a Córdoba a rendir homenaje a al-Nasir. La recepción se realizó en Medina
Azahara, y en ella se le pidió la entrega de 10 plazas fuertes.
En 1553 Hernán Ruiz “el Viejo” realiza el pabellón que corona la portada
con un relieve de la
Anunciación de María. Las dos imágenes, Ángel y María, están
tratadas de forma individual
Como anécdota, a esta puerta se la
denomina Puerta de las Palomas en la
“Córdoba de los Omeyas” de Antonio
Muñoz Molina. Posiblemente se trate de un error tipográfico. Este asunto no ha
tenido ninguna trascendencia como sí lo tuvo el de la Puerta de San Esteban – San
Sebastián citado anteriormente.
Juan Manuel López Márquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si no tienes perfil como usuario pincha en anónimo.
Escribe tu mensaje e indica quién lo hace.