De todos es
conocido que “Almanzor perdió el tambor en Calatañazor en el año 1002” , o por lo menos es el
versillo que se nos enseñó de niños para aprendernos dicho acontecimiento.
La realidad
puede ser otra. Desde luego no están del todo conocidas las noticias sobre la
muerte de Almanzor, el mayor caudillo de la España musulmana.
En primer
lugar habría que cuestionarse la propia batalla de Calatañazor, e incluso que
hubo algún autor que defendió la fecha del 998 (387-8 H) como de la muerte de
Almanzor.
Almanzor realizó
dos expediciones anuales contra los territorios cristianos, y según las fuentes
más fidedignas en la primavera del año 392 H (1002 JC) hizo venir fuerzas de
caballería desde África por no ser ya necesarias allí (su hijo Abdelmelik había
pacificado aquellos territorios y le acompañaba en la expedición) que se
unieron a las andaluzas, saliendo de Córdoba hacia Toledo, donde se les unieron
otras fuerzas, entre ellas la caballería del Algarve y milicias de Mérida y
Badajoz. Y se dirigieron a La
Rioja , siendo el acontecimiento más importante el saqueo del
monasterio de San Millán de la
Cogolla.
Conocedores
de las noticias correspondientes, el conde de Castilla Sancho Garcés y su
aliado el rey de León Alfonso V se dirigieron a su encuentro, lo que ocurrió a
finales de julio en las proximidades del castillo de Kalaat al Nosur (hoy
Calatañazor).
La batalla,
en caso de que existiera realmente, se dio el 8 de agosto, pero muy bien
pudieron ser escaramuzas que no serían ni muy graves ni decisivas ya que ni los
autores musulmanes ni cristianos de la época relatan dicha batalla. Murió
Almanzor del 9 al 11 según los distintos autores (ramadan 392), pero
¿cómo consecuencia de las heridas de la batalla?
Almanzor
tenía 64 años, edad avanzada en aquella época. Participaba personalmente en
todas y cada una de las expediciones y se trataba de desplazamientos a caballo
de más de mil kilómetros. Se sabe exactamente que no podía montar a caballo en
la última parte de esta expedición lo que perfectamente podría deberse a sus
dolencias de gota, enfermedad de la que era tratado
por el prestigioso médico y cirujano cordobés Abu-l-Qasim, Abulcasis.
Autores con
autoridad defienden que ya estaba enfermo al inicio de la campaña y que, al no
poder ser llevado a marchas forzadas, fue esa una de las causas de que al conde
castellano le diese tiempo a reunir fuerzas contra el musulmán.
“La vuelta de Almanzor, enfermo y vencido en
la batalla de Calatañazor”. Representa el momento en que sus soldados lo sacan
del campo de batalla. Cuadro de Rodríguez Losada. Salón Liceo del Círculo de la Amistad de Córdoba.
En todo caso
pasó su última noche en Berlanga de Duero posiblemente el 25 de la luna de
ramadán del 392 de la Hégira
(10 de agosto del 1002). Al amanecer se dirige hacia la ciudad de Madinat
al-Salim, Medinaceli, muriendo en el camino.
Fue
enterrado en Medinaceli envuelto en vestidos confeccionados por sus hijas, con
telas procedentes de su ciudad natal, Torrox, y con el polvo recogido al
cepillar sus ropas después de las batallas, y que guardaba en una cajita que
siempre le acompañaba. Se escribió sobre su tumba: “Sus hechos declaran lo
que era; nunca verá otro tal que defienda la España musulmana”.
El hecho de
que Almanzor muriese a los pocos días en Medinaceli a consecuencia de la
enfermedad explica perfectamente que el vulgo creyera que había muerto por el
encuentro o por el sentimiento de su derrota.
Fig. 1: Hixén II. Dírham del 392 H. con Amir de Hachib
y Tamliy como sahib al sikka
Fig. 2: Hixén II. Dírham del 392 H. con Abdelmelik de
Hachib y Abdelmelik como sahib al sikka
El registro
numismático es muy esclarecedor con respecto a la fecha de esos
acontecimientos. En el año 392 H tenemos dirhames de dos tipos, unos (fig. 1)
con Amir como Hachib, es decir Almanzor como Primer Ministro, y otros (fig. 2)
con Abdelmelik con el mismo título. Abdelmelik era el primogénito de Almanzor y
le sucedió al mando de la nación, pues ya sabemos que Hixen estaba recluido en
Medina Azahara, actuando Almanzor en la práctica como verdadero califa.
Y con
respecto al sahib al sikka (jefe de la ceca) encontramos a Tamliy con Almanzor
(fig. 1) como ya venía apareciendo desde el año anterior; y Abdelmelik con
Abdelmelik (fig. 2), casualmente los dos tenían el mismo
nombre. Incluso hay referencias de que Tamliy aparece en algún dírham
como jefe de la ceca con Abdelmelik, lo que se justificaría con que prefirió
mantenerlo en el cargo hasta encontrar una persona de su confianza, y que el
nuevo nombramiento se produjo algo después.
Teniendo en
cuenta que el año 392 H concluyó en noviembre, quedaban sólo tres meses desde
la muerte de Almanzor para su finalización. Y considerando que las noticias
tardan en llegar y que la presencia de Abdelmelik en la moneda supone la preparación
de nuevos cuños y el inicio de nuevas series, sería lógico que ese año se
encuentren numerosas monedas con el nombre de Almanzor y pocas con el de su
hijo. Y así es, pues las segundas son escasas.
Es decir,
que en el año 392 H se produjo la sustitución de Almanzor por su hijo, que ya
continuará en el cargo hasta el final de la década. Queda así confirmada la
muerte de Almanzor en el año 392 H.
Comentar que
en segundo dírham las leyendas de las orlas están incompletas: en el anverso
faltan las centenas (trescientos) y en el reverso la última palabra (asociadores)
está incompleta.
La muerte de
Almanzor coincidió con dos efemérides; una, la noche del Destino, laylat
al-qadr, que correspondía a la primera revelación del Corán a Mahoma, y la
otra, el quinto aniversario de haber arrasado Compostela, incluida su catedral,
aunque dejando incólume la tumba del Apóstol Santiago.
Juan Manuel
López Márquez