8 de Septiembre. Día de la Fuensanta. Fiesta
en la ciudad de Córdoba. Leo en el periódico que el establecimiento comercial
de IKEA en Sevilla ha preparado un dispositivo especial para acoger a los miles
de cordobeses cuya visita se espera que realicen hoy aprovechando la festividad
local, tal y como años ha se hacía con El Corte Inglés de Sevilla. Cambiarán la
sardiná y la salmorejá por las famosas albóndigas. Me pongo a repasar la
cantidad de dormitorios juveniles, cocinas, salones, que he visto amueblados
con el inconfundible estilo minimalista de la marca sueca. Recuerdo aquellas
palabras que me llamaron mucho la atención de Josemi Rodríguez Sieiro: “Me da pena llegar a una casa y ver ese estilo minimalista. Delata que se trata de
una familia sin pasado o que se avergüenza de él. No hay un mueble, un cuadro o
cerámica de la abuela. Y para colmo luego te dan de comer en un cenicero
(refiriéndose a un plato cuadrado, en contra de la milenaria tradición de que
el plato sea redondo)”.
Oigo la radio. Éxito de ventas de Apple.
665 millones de teléfonos móviles Iphones vendidos en lo que va de año en todo
el mundo. 665 millones de teléfonos iguales. Más los que se han vendido en años
anteriores, aunque de estos sobreviven pocos, dado que sus propietarios sienten
especial frustración cuando surge un modelo nuevo con importantes avances del
tipo canta “que llueva que llueva la virgen de la cueva” cuando llueve, para
avisarte, o que hace fotos por las dos caras al mismo tiempo para que tengas un
recuerdo de ti mismo fotografiando una puesta de sol ; y claro, de inmediato regalan el modelo
anterior, que por otra parte estaba siempre frito de batería, y se aprestan a
hacer cola, junto con otros miles de frikimanzanitos a comprar el nuevo. Que
además tiene unos ángulos ligeramente más redondeados que le confieren un
diseño irresistible, una pantalla con un brillo mate que te recuerda a los ojos
de Angelina Jolie y tiene un tacto que… hummm, es que no puedes dejar de
tocarlo del gusto que da, hasta que al segundo día se te cae, se te rompe la
pantalla, lloras, te pasas una noche sin dormir, compras una nueva, 140 euros,
y una funda aunque no tiene el tacto especial en el que los diseñadores han
empleado miles de horas de trabajo. Por
otra parte pienso que después de vender 665 millones de móviles, se debe perder
ese halo de exclusividad que acompañaba al aparatito y permitía a la marca
venderlo por 700 euros aún teniendo un
coste de fabricación de 7 euros. Tras la noticia me imagino la frustración de
más de uno. Si en el mundo sólo hay 1000 personas guays, fetén, más no puede
haber porque sería un desorden, y los demás son chusma y juanlanas, eso
significa que hay 664.999.000 juanlanas que tienen un Iphone nuevo en sus
manos. Y es que hacen mal los de Apple en venderlo tan barato, deberían ponerlo
más caro para que la chusma no pueda tener mi mismo Smartphone.
Sigo oyendo la radio. En el coche. Mi
esposa y mis hijas me acompañan. Importantes expectativas de voto para las
próximas elecciones generales de los movimientos populares de izquierda. Mi
mujer se preocupa. Mi hija pequeña le pregunta quiénes son esos. Mi mujer le
explica que son comunistas, y que lo que quieren es que todos nos vistamos
igual, con la misma ropa. Mi hija se horroriza. Bastante tiene con el uniforme del
cole. Me imagino la felicidad que eso supondría a los que queremos pasar
desapercibidos con nuestro atuendo. Y recuerdo “El Gran Salto Adelante” de Mao
Tsetung, el creador de la China
comunista, que se empeñó en que los 1000 millones de chinos vistiesen las
mismas camisas, los mismos pantalones, zapatos, etc, tuviesen las mismas
bicicletas, comiesen las mismas comidas…
Manuel Del Rey Alamillo
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