martes, 22 de septiembre de 2015

Los emires de Al Andalus Al Hakem I, “el del arrabal”



Al Hakem I, Al Andalus, 197 H
Peso: 2´5 gr; diámetro: 26´3 mm

En las piezas del inicio del reinado nos encontramos con la continuación de las etapas anteriores, con piezas de muy buena factura, perfectamente distribuidas las leyendas y fácil lectura. Sin adornos o muy ligeros como en este caso: un pequeño arco sobre el tercer renglón del anverso y 1-3 puntos en el reverso. El punto central puede ser el ocasionado para realizar las circunferencias.



Al Hakem I, Al Andalus, 199 H
Peso: 2´1 gr; diámetro: 23´5 mm

Numerosas piezas se encuentran recortadas y/o taladradas. En este caso os exponemos un dirham que posee esas dos características.
Incluso me atrevo a decir que sufrió dos recortes en distintos momentos. En un primer momento sufrió un recorte que afectó a la mayor parte de su circunferencia, desde las 2 a las 10. Y posteriormente un corte lineal en su parte inferior



El adorno entre la segunda y tercera línea del anverso debe ser considerado como una marca de la ceca y que es muy corriente en este año del 199 H, y en menor medida en el 200 H y en otros de Abderramán II.
En estos momentos, ya avanzado el reinado se observa una disminución en la calidad de la caligrafía


Al Hakem I, Al Andalus, 199 H
Peso: 1´7 gr; diámetro: 21´5 mm

En otras ocasiones el recorte ha sido pronunciado aunque disimulado. Ahora afecta a toda la corona circular entre las dos gráfilas. La sisa ha llevado el peso desde los 2´5 gramos aproximadamente que tendría de nuevo hasta los 1´7 gramos. Y se ha llevado también toda la inscripción marginal del reverso.
Obsérvese que el adorno entre la segunda y tercera línea del anverso es el mismo que en el dirham anterior, con ligeras variaciones.


Al Hakem I, Al Andalus, 200 H
Peso: 2´6 gr; diámetro: 26 mm

Este dirham tiene una característica que se repetirá en el futuro; se trata de hendiduras producidas por las líneas de la cara opuesta y que son debidas al proceso de acuñación.

Y es precisamente en ese año 199 H cuando se produce el inicio de uno de los acontecimientos más importantes del reinado de Al Hakem I: la revuelta del arrabal de Secunda. Tan importante que a Al Hakem I se le conoce como “el del arrabal”
Secunda era el arrabal más populoso de Córdoba, situado al otro lado del río en lo que hoy es el “Cerro” en la barriada del Campo de la Verdad, y habitado por musulmanes, muladíes y cristianos, siendo el mayor número el de los muladíes, es decir aquellos cristianos que se habían convertido al islamismo y que fueron mantenidos en condición social inferior. Esa era la verdadera causa de la revolución del arrabal. Una causa estructural.
Porque a las poblaciones sometidas no se les reconocían derechos (las confesiones no islámicas pagaban tres veces más de impuestos), encontrando como solución sólo su conversión al Islamismo.
Y porque en los musulmanes el lazo de consanguinidad les lleva a conservar celosamente la memoria de sus genealogías, por lo que es un pueblo que no favorece su mezcla con ningún otro.
Y por otra parte unas causas de tipo puntual: En el año 199 H se produjo una hambruna en la ciudad, lo que unido a los altos impuestos y al descontento de los pobladores del arrabal con la guardia del emir (formada por cristianos traídos de Galicia, la Marca Hispánica y de la Septimania Narbonense) fue el motivo de la revuelta, que explotó en el 202 H.
El final de la sublevación fue 300 crucificados, demolición del arrabal de Secunda y el destierro de todos sus habitantes que se desplazaron desde Toledo en el caso más próximo hasta el Magreb, Creta o Alejandría en el más lejano; 15,000 familias en total según las crónicas.

Jamás en la historia de esta ciudad se ha producido un hecho como éste.

     Juan Manuel López Márquez
   

miércoles, 9 de septiembre de 2015

DE IKEA A MAO TSETUNG PASANDO POR EL IPHONE

8 de Septiembre. Día de la Fuensanta. Fiesta en la ciudad de Córdoba. Leo en el periódico que el establecimiento comercial de IKEA en Sevilla ha preparado un dispositivo especial para acoger a los miles de cordobeses cuya visita se espera que realicen hoy aprovechando la festividad local, tal y como años ha se hacía con El Corte Inglés de Sevilla. Cambiarán la sardiná y la salmorejá por las famosas albóndigas. Me pongo a repasar la cantidad de dormitorios juveniles, cocinas, salones, que he visto amueblados con el inconfundible estilo minimalista de la marca sueca. Recuerdo aquellas palabras que me llamaron mucho la atención de Josemi Rodríguez Sieiro: “Me da pena llegar a una casa y ver  ese estilo minimalista. Delata que se trata de una familia sin pasado o que se avergüenza de él. No hay un mueble, un cuadro o cerámica de la abuela. Y para colmo luego te dan de comer en un cenicero (refiriéndose a un plato cuadrado, en contra de la milenaria tradición de que el plato sea redondo)”.

Oigo la radio. Éxito de ventas de Apple. 665 millones de teléfonos móviles Iphones vendidos en lo que va de año en todo el mundo. 665 millones de teléfonos iguales. Más los que se han vendido en años anteriores, aunque de estos sobreviven pocos, dado que sus propietarios sienten especial frustración cuando surge un modelo nuevo con importantes avances del tipo canta “que llueva que llueva la virgen de la cueva” cuando llueve, para avisarte, o que hace fotos por las dos caras al mismo tiempo para que tengas un recuerdo de ti mismo fotografiando una puesta de sol ;  y claro, de inmediato regalan el modelo anterior, que por otra parte estaba siempre frito de batería, y se aprestan a hacer cola, junto con otros miles de frikimanzanitos a comprar el nuevo. Que además tiene unos ángulos ligeramente más redondeados que le confieren un diseño irresistible, una pantalla con un brillo mate que te recuerda a los ojos de Angelina Jolie y tiene un tacto que… hummm, es que no puedes dejar de tocarlo del gusto que da, hasta que al segundo día se te cae, se te rompe la pantalla, lloras, te pasas una noche sin dormir, compras una nueva, 140 euros, y una funda aunque no tiene el tacto especial en el que los diseñadores han empleado miles de horas de trabajo.  Por otra parte pienso que después de vender 665 millones de móviles, se debe perder ese halo de exclusividad que acompañaba al aparatito y permitía a la marca venderlo por  700 euros aún teniendo un coste de fabricación de 7 euros. Tras la noticia me imagino la frustración de más de uno. Si en el mundo sólo hay 1000 personas guays, fetén, más no puede haber porque sería un desorden, y los demás son chusma y juanlanas, eso significa que hay 664.999.000 juanlanas que tienen un Iphone nuevo en sus manos. Y es que hacen mal los de Apple en venderlo tan barato, deberían ponerlo más caro para que la chusma no pueda tener mi mismo Smartphone.

Sigo oyendo la radio. En el coche. Mi esposa y mis hijas me acompañan. Importantes expectativas de voto para las próximas elecciones generales de los movimientos populares de izquierda. Mi mujer se preocupa. Mi hija pequeña le pregunta quiénes son esos. Mi mujer le explica que son comunistas, y que lo que quieren es que todos nos vistamos igual, con la misma ropa. Mi hija se horroriza. Bastante tiene con el uniforme del cole. Me imagino la felicidad que eso supondría a los que queremos pasar desapercibidos con nuestro atuendo. Y recuerdo “El Gran Salto Adelante” de Mao Tsetung, el creador de la China comunista, que se empeñó en que los 1000 millones de chinos vistiesen las mismas camisas, los mismos pantalones, zapatos, etc, tuviesen las mismas bicicletas, comiesen las mismas comidas…

Imagino lo feliz que sería Mao si viviese aún. Vería cómo su doctrina no sólo se aplica en su país sino en todo el mundo. Mismos muebles, mismos teléfonos, misma ropa …, y la gente paga por ellos gustosa…  y fabricados en China.

Manuel Del Rey Alamillo

martes, 1 de septiembre de 2015

EL MODERNO PROMETEO

Aquí me tienes, moldeo hombres
según mi propia imagen,
una especie que mi igual sea,
para que sufran, para que lloren,
para que gocen y se alegren,
y en ti no reparen,
¡como yo!
GOETHE

Verano de 1815. Hace ahora 200 años. En Europa se acababa de librar la batalla de Waterloo, en la que resultó derrotado Napoleón de forma definitiva. Ello tuvo importantes consecuencias en el orden político internacional y más tarde en la canción popular sueca y en el festival de Eurovisión.
Pero no voy a escribir sobre esta cuestión sino de otro acontecimiento, menos conocido, que se produjo ese mismo verano, y en especial de una consecuencia indirecta del mismo: la erupción del volcán Tambora en Indonesia. Efectivamente, hace 200 años se produjo la mayor erupción volcánica jamás registrada hasta el momento. El volcán, que antes de la erupción se elevaba más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, quedó reducido en la actualidad a poco más de 2.000 metros de altitud. Produjo la muerte de más de 70.000 personas. Durante varios meses el volcán expulsó partículas sólidas a la estratosfera, hasta 43.000 metros de altitud. Las partículas más ligeras viajaron por la atmósfera durante varios años, ocultando en parte la luz del sol, y dando lugar a importantes cambios climáticos a lo largo del año siguiente, 1816. En Europa y Norteamérica se tienen registrados temporales de nieve en el mes de Junio de ese año. Por ello se le llamó y pasó a la historia como el año sin verano.
Pero tampoco me quiero detener en la cuestión científica. Toda esta jerigonza viene a cuento de lo que narraré a continuación.
En ese verano de 1816, terminadas las guerras napoleónicas, varios jóvenes aristócratas ingleses decidieron pasar juntos unos días en Villa Diorati, un palacete cerca de Ginebra, a orillas del lago Lemán. Podían haber decidido, como muchos compatriotas suyos, alquilar un apartamento en Benidorm o unas noches de hotel haciendo balconing en Ibiza. Pero ellos, haciendo gala del buen gusto propio de su clase, prefirieron la Saboya suiza.
Con lo que no contaban era con el mal tiempo que se les iba a presentar en aquel verano excepcional, que les impidió llevar a cabo las actividades propias de esa estación y les mantuvo forzosamente recluidos en la casa durante varios días con sus noches.
Se trataba de jóvenes de alta posición social, sólida formación cultural, inquietudes literarias y en algunos casos educación liberal: Lord Byron, Shelley, la que después sería su esposa Mary Shelley y Polidori.
Shelley estaba casado, pese a lo cual se había enamorado de la jovencísima Mary, por lo que salieron de Inglaterra, donde esa situación adúltera resultaba escandalosa.
Para amenizar la estancia, Lord Byron tuvo la idea de retar a los demás a escribir y relatar historias de terror. De aquella idea surgieron dos mitos que han dado mucho juego cinematográfico: Drácula y Frankenstein.
Efectivamente, fue Polidori, quien influido por las historias narradas por Lord Byron, que acababa de regresar de Transilvania, escribió el relato El Vampiro, que sería el antecedente directo del posterior Drácula de Bram Stoker.
Y fue la joven Mary, quien escribió el relato que tituló Frankenstein o el Moderno Prometeo, que fue a continuación pulido por quien más adelante pasó a ser su esposo y darle apellido, Shelley, y se publicó en 1818 .
Como es bien sabido, Frankenstein narra la historia de un científico que decide crear vida humana a partir de órganos extraídos a cadáveres, aplicándoles la electricidad como principio vivificante.
En esa época, se habían producido varias polémicas por los estudios llevados a cabo por varios científicos, que habían investigado sobre la posibilidad de crear vida a través de la aplicación de la electricidad, elemento aún poco conocido y al que se atribuían cualidades cercanas a lo esotérico y sobrenatural. Tales investigaciones habían sido condenadas por la Iglesia católica y la anglicana, incluso se habían llevado a cabo exorcismos en los lugares e instrumentos con los que se habían practicado los experimentos. Consta que la joven Mary Shelley asistió a algunas conferencias sobre la materia.
Pero ¿por qué la segunda parte del título, el Moderno Prometeo?
Pues para saberlo tendremos que remontarnos a la mitología griega. Se cuenta que Zeus, el dios más importante y poderoso del Olimpo, tuvo un hijo, Zagreo, fruto de una de sus muchas infidelidades. Zeus amaba profundamente a este hijo suyo, que era un ejemplo de bondad y belleza. Hasta tal punto le amaba que le designó como su preferido y heredero.
Pero he aquí que su esposa, Hera, estaba muy celosa de Zagreo, no sólo porque le robaba el amor de su esposo, sino sobre todo porque era el fruto de una infidelidad. Por ello, habló con unos seres feos, viles y malvados, los titanes, para que encontrasen a Zagreo y lo matasen.
Los titanes no sólo mataron y descuartizaron a Zagreo, sino que lo devoraron.
Cuando Zeus se enteró de lo sucedido arrojó un rayo sobre los titanes y los redujo a cenizas. En esas cenizas se mezclaron lo feo y malvado de los titanes y el amor, la bondad y la belleza de Zagreo que había sido devorado por ellos. Zeus lloró amargamente y aquella lluvia cayó sobre las cenizas formando un barro.
En esto que pasó por allí Prometeo, un dios menor, y tomó el barro y con él hizo una figurita y le dio vida. Y de este modo fue creado el hombre, según la mitología griega. No fue el dios superior, Zeus, su creador, sino un ente de categoría inferior, Prometeo. Y en él se fundieron lo malo de los titanes y lo bueno de Zagreo.
Zeus no estuvo conforme con esta creación, por lo que para acabar con los hombres les exigió que le ofrecieran como sacrificio las partes de los animales que se podían comer: la grasa y los intestinos. El músculo y la carne, como no se conocía el fuego, no se podían comer por estar muy duras. Entonces Prometeo se convirtió en “portador de la luz”,  puesto que llevó el fuego a los hombres para que pudieran asar la carne y alimentarse.
Prometeo es pues, no sólo el creador del hombre, sino también su valedor y protector frente a una divinidad oprimente, que le limita y no le permite desarrollar sus proyectos propios o colectivos. Prometeo es el contrapunto al rey de los dioses, Zeus.
Imagino que para aquellos jóvenes aristócratas ingleses, Prometeo les resultaría un personaje interesante, que representaba la liberación personal frente a una moral estricta, que les suponía un límite en su forma libertina y poco comprometida de vivir, y en especial en el caso de la relación surgida entre el poeta Shelley y Mary.
Tratándose de una acción de rebeldía frente a Dios y su moral, de una acción independiente y creativa la de ser capaz de insuflar vida a un ser inerme, su reivindicación no cuadra con el final dramático de la novela, en la que el ser creado se vuelve destructivo y se acaba revelando contra su propio creador. Ese enigma será el que mantenga ocupados a muchos estudiosos el próximo año, cuando se cumplan 200 años del relato original. Lo veremos.
Mientras tanto me quedo con la fascinación que me produce el hecho de que un fenómeno aparentemente tan remoto como la erupción de un volcán en Indonesia, diera lugar a la postre al surgimiento de la novela gótica y en concreto de dos mitos indispensables en la literatura y el cine de terror, como Drácula y Frankenstein.

Manuel Del Rey Alamillo