lunes, 25 de septiembre de 2023

NOMBRE DE LAS CALLES DE CÓRDOBA

La presente presentación tiene el objeto de poner de manifiesto los nombres de calles del casco antiguo de Córdoba, nombres de personas, batallas, religiosas, escritores, eventos, etc., y hay nombres que hacen referencia a ciertos oficios ejercidos durante mucho tiempo en nuestra ciudad. 

Mi participación, es sólo meritoria por localizar publicaciones que hablan sobre el tema y ponerlo en conocimiento de nuestros socios. 

Comenzamos esta primera entrega, con parte de las calles con nombre de ciertos oficios. 

 


 ACEITEROS 

     Empezamos con un caso peculiar. Si entramos en la calle Cruz Conde  desde la plaza de las Tendillas encontraremos a la izquierda una calleja sin salida, y sin nombre también pues sus inmuebles han acabado tomando la numeración de la calle principal. El bloque que hoy podemos ver al fondo de la calleja, que actualmente es el número 5 de Cruz Conde y que se construyó en 1925, era anteriormente el número 7 de la calle Aceiteros. Se trata de lo que aún queda de otra anterior que desapareció en gran parte cuando se conectó la plaza de las Tendillas con la avenida Ronda de los Tejares, arrasando las callejas del barrio de Trascastillo. Partía de la calle San Álvaro, y curiosamente también se llamó con anterioridad Barqueros, al menos desde 1811, otro de los oficios que vamos a ver. Teodomiro Ramírez de Arellano se extrañaba de que en esta calle pudiese vivir alguien con dicha ocupación al encontrarse tan retirada del río. Es extraño que tras la peatonalización de la calle Cruz Conde, cuando marcaron en el suelo el trazado de las antiguas calles que componían esta zona, se olvidaran de la de Aceiteros.

 

  

ACEITUNEROS

      En el barrio de Santa Marina hay una calle que une las de Moriscos y Huerto de San Agustín. Se trata de la calle Aceituno, aunque anteriormente tuvo los nombres de Aceituneros y Aceiteros, como en el caso que acabamos de ver. Al parecer vivían en ella unas familias dedicadas a la compra y venta de aceitunas, y probablemente a la fabricación del aceite. Ramírez de Arellano opina que ya en 1399 la calle se llamaba Aceituno, por lo que hoy en día vuelve a tener el nombre primitivo.

 

ALADREROS

             Este nombre hace referencia a aquellos artesanos que construían y reparaban aperos de labranza, arados, carros, etc. Aladro era el nombre que recibían en ciertos lugares los arados. Bajo el mismo podemos encontrar tres zonas en Córdoba. La primera sería la plaza Aladreros. Aunque en la Edad Media esta denominación afectaba al espacio sin edificar comprendido entre la Puerta de Gallegos y el Monasterio de San Hipólito, tras la urbanización de esta zona quedó reducida a una pequeña plaza, que más bien parece un ensanche de calle, entre la actual plaza Antonio Fernández Grilo y la calle Pintor Cuenca Muñoz.

También como de los Aladreros se conoció antes de 1811 la actual calle Cárcamo, que después pasó a denominarse Santo Cristo de la Misericordia. Curiosamente, la calle Costanillas, que forma esquina con Cárcamo, tuvo también el apelativo del que hablamos.

                 Hay un dato curioso acerca de los aladreros y es que, según un "Auto de Buen Gobierno" de 1726, estaban obligados a apagar cualquier fuego que se produjese en la ciudad, junto con alarifes, albañiles, carpinteros y aguadores.


ALFAYATAS

     Esta calle une las plazas de Abades y la Alhóndiga, en el barrio de la Catedral. Su nombre, que proviene del vocablo árabe hispánico alhayyát, alude a la antigua denominación castellana de las actuales costureras. La palabra alfayata, o alfayate en su acepción masculina, acabó en desuso en el siglo XVII frente al vocablo sastre, procedente de la palabra latina sartory que nos llegó a través del catalán con la forma sartre.

     Tuvo además en la primera mitad del siglo XIV el nombre de Albardería, que era el lugar donde se fabricaban las albardas, que son grandes almohadillas que se acoplan a los lados del lomo de los animales de carga. Poco tiempo después, hacia 1386, se denominó Alcaicería, seguramente por encontrarse en ella un acceso al mercado de la seda, y cuyo nombre proviene del árabe Al-qaysaryya.


Y con esta calle finaliza la primera exposición.

Quedan más calles que se irán mostrando.

José Luis Arjona Lara 


Autor: Rafael Expósito Ruiz.

DOCUMENTACIÓN
- Las calles de Córdoba, Francisco Román Morales.
- Paseos por Córdoba, Teodomiro Ramírez de Arellano.

FOTOGRAFÍAS
- Realizadas por el autor.

lunes, 11 de septiembre de 2023

LA PRIMERA MONEDA DE MEDINA AZAHARA

Desde que se produce la invasión musulmana hasta el año 336 de la Hégira todas las monedas son acuñadas en la península con ceca de Al Andalus, y ese periodo ocupa sobre la nada despreciable cantidad de 230 años. Debemos saber que la palabra ceca proviene del árabe sikka, traducido por moneda, y dar al -sikka sería casa de moneda. Cuando hablamos de ceca nos referimos, pues, a casa o fábrica de moneda.

La ceca de Medina Azahara se abre exactamente el año 336 de la Hégira, según Ibn Idhari y funcionará ininterrumpidamente hasta el 364 H, un total de casi 30 años. Tiempo pequeño si consideramos los 8 siglos de permanencia musulmana en la península.

Todas las monedas tienen grabada la ceca. En unas ocasiones se manifiesta la ceca por una letra, en otras por un símbolo, y en otras, como en el caso de Medina Azahara, por su nombre completo.

 

 

Aquí tenemos “Madinat al-Zahra” tal y como aparece en dos dirhames. Todas las monedas acuñadas en Medina Azahara tienen su nombre en la orla del anverso.

Las dificultades que aparecen en la lectura de las monedas estriban sobre todo en que además de que el árabe carece casi siempre de vocales, las consonantes no tienen los puntos diacríticos que identificarían las vocales que les acompañan, debido a lo pequeño de las monedas. Y todos sabemos que se lee y escribe de derecha a izquierda.

Se pueden apreciar las diferencias en algunas de las letras que forman esas palabras, concretamente la “h” que en el primer caso la tenemos como un niño de rodillas y en el segundo como un ocho. Es una de las letras que más variantes tiene. 

Hoy nos vamos a centrar en la primera moneda que se acuñó en Medina Azahara, en el año 336 de la Hégira, o lo que es lo mismo, el 947-8 de la era cristiana.

 

Abderramán III, dírham del 336 H, ceca de Al Andalus

Peso: 2´6 gramos; diámetro: 24´8 mm 

 

Abderraman III, dirham del 336, ceca de Medina Azahara

Peso: 2´38 gr, diámetro: 26´8 mm

 La lectura completa de este segundo dírham es:

 Anverso, centro (Profesión de fé musulmana)

La Ilah illa / Allah Wahdahu / la sarika Lahu / Muhammad

No Dios sino / Dios sólo El / No compañero para El / Muhammad

Anverso, orla (Fórmula de ceca y año)

Bismi Allah duriba hada al-dirham bi Madinat al-Zahara fi sana sitta wa talatin wa talata miat

En el nombre de Allah fue acuñado este dirham en Medina Azahara el año 336 

Reverso, centro (Nombre del califa y títulos)

Al-Iman Al-Nasir / lidin Allah Abd-al-Rahman / Amir Almuminin

El Imán Protector de / la religión de Dios Abderramán / Príncipe de los Creyentes

Reverso, orla (Misión profética)

Muhammad resul Allah arsalehu bi´l´huda wa din al-haq liyuzhirahu ala al.din kulih walaw kariha al-musrikun

Mahoma, el enviado de Dios, enviole con la Dirección y con la religión verdadera, para que prevalezca sobre toda otra religión, a despecho de los asociadores.

Como el resto de monedas califales la información que se saca de sus leyendas es importante. Por una parte que esa información es muy generosa en cuanto a la cantidad de datos que aparecen: el califa, todos sus títulos, la ceca, el jefe de la ceca, el nombre del Primer Ministro en algunos dinares, el año de acuñación; y en algunos casos el nombre del príncipe heredero.

Pero hay otro hecho indiscutible que viene a certificar que ese año se abre la nueva ceca y que viene reforzar los datos aportados por Ibn Idhari y es la presencia en ese año de dírhames tanto de la ceca de Al Andalus como de Medina Azahara. Hasta ahora sólo teníamos Al Andalus, ahora de las dos cecas y a partir del año siguiente ya sólo de Medina Azahara.

Las piezas de ceca Medina Azahara de ese año son muy escasas lo nos lleva a plantear la hipótesis de que el cambio de ceca tuvo que ser ya avanzado el año y además que el traslado de toda la infraestructura de un taller de esa envergadura tuvo que ser complejo y lento. El funcionamiento tuvo que ser, pues, muy corto ese año.

La proporción de las monedas en esas dos cecas es del 75 % en favor de las de Al Andalus según el análisis de piezas del Museo Arqueológico Nacional. Pero se supone que ahí se encuentran piezas seleccionadas porque en la realidad es muy difícil encontrarlas de ese año y ceca de Medina Azahara. Tenemos además importantes colecciones en las que queda ese hueco sin cubrir. Estamos ante el dirham más escaso y representativo de toda la producción de Medina Azahara.

Otra particularidad en este primer dirham es la palabra año que se expresa como “fi sana” en lugar del clásico “sanata”, fórmula propia de las acuñaciones omeyas del califato de Damasco.

Y otra es la presencia de un nuevo sahib al-sikka (jefe de la ceca) que pasa de Abdallah a Muhammad (último renglón del anverso).

Del primero se sabe que su nombre era Abdalláh ben Muhammad, y del segundo que es posible que su nombre completo fuese Muhammad ben Ahmad ben Hudayr que ya había sido el jefe de la ceca en los años 332-4 H.

La característica de las piezas de esos años es una extraordinaria belleza como se puede observar, destacando los adornos de las orlas que ahora ya no son simples líneas circulares sino que aparecen líneas formadas por espigas, cadenetas, cenefas de corazones, puntos… o la combinación de ellas, y tanto en las orlas externas como en la interna; y los adornos de determinadas letras finales junto a los que ocupan las partes que quedan libres en las áreas. Hay evidencia de que se estaba celebrando la fundación de la nueva ciudad y la aparición y el traslado de la antigua a la nueva ceca. 

No obstante hay un dato que resulta confuso. Ibn Adhari nos indica que el califa separó como jefe de la ceca a Abdallah ese año siendo la causa la baja ley y peso de las monedas, por lo que fue prendido; y esto sucedió antes del cierre y traslado de la ceca y que lo sustituyó por Abderramán ben Yahya ben Idris. Y es cierto que desaparece el nombre de Abdallah como jefe de la ceca, pero el nuevo nombre que aparece es Muhammad. Se da aquí una disrmonía entre las fuentes escritas y la realidad numismática. Como explicación a este hecho podríamos decir que hay un error en la información transmitida por Ibn Adzari, o que se produjo un nombramiento y destitución simultánea de ese Abderramán ben Yahya. O como afirma Codera no se citó en las fuentes árabes el nuevo cambio de titularidad. O que sólo estuvo al cargo del traslado de la ceca sin hacer ninguna acuñación. O que, como el documento encontrado por Dozy era una copia del original del siglo XII, en el transcurso de su elaboración se omitió ese dato. 

Es muy importante insistir en cuanto al nombre de la ceca pues hasta ahora aparecía el de “Al Andalus” con referencia a un territorio, que sería así como “España Musulmana”, pero ahora tenemos el nombre de una ciudad concreta, de una nueva ciudad, lo que parece indicar que se supiese en todo el mundo su existencia. Y téngase en cuenta que en los próximos 30 años toda la moneda que se acuñó en la España musulmana fueron las piezas labradas en Medina Azahara. 

Juan Manuel López Márquez

sábado, 2 de septiembre de 2023

DESCUBRIMIENTO FÓSILES EN EL MURO DE LA CATEDRAL

Hojeando el Día de Córdoba digital, de hace algunas semanas me dí de frente con una pequeña información sobre los fósiles que se han descubierto en los muros de la Catedral, aportando un plano con la imagen “planta de la catedral” en la que se nombra a las 19 puertas de la Catedral y muy cerca de la mayoría, se identifica la existencia de un fósil en el muro, plano que está al final de la Guía que he remitido de Miguel Ángel Núñez, doctor en Ciencias Biológicas por la UCO. 

Dado el interés del descubrimiento anunciado y el desconocimiento que podemos tener ello al nivel que se adjunta, he logrado averiguar todo lo referente de esa noticias que  se podía obtener y he aquí que he encontrado al autor y la publicación de su Guía. 

El tema es curioso, ya que  muestra con toda claridad, como era la zona de Córdoba entre los 5 y 11 millones de años, en el Mioceno Superior, con Guadalquivir incluido antes de que le pusiera nombre los árabes. 

El motivo de comunicarlo en la página de Génesis no es otro, que permita conocer algo más de la Catedral, en este caso plasmado en sus muros y su origen desde las canteras que rodeaban a Córdoba, de donde salieron las piedras para el muro de la Catedral, lo último lo he comprobado visitando la cantera de Santa Ana de la Albaida y ver que allí se pueden ver fósiles y se puede justificar que la zona estaba bajo agua. Por cierto, merece una visita con bocadillo incluido. 

No me extiendo más ya que el objetivo es que se conozca la Guía y se utilice en la forma que a cada uno le apetezca

José Luis Arjona Lara