Esta puerta sustituye a la que en un
principio fue de Abderramán III y se construye durante el reinado de Enrique
II, exactamente en el año 1377, al que corresponden los
escudos. Y restaurada en el siglo XVIII.
El único dato histórico sobre su
construcción lo aporta la propia puerta en la inscripción alrededor del arco:
“…DEL MES DE MARCO DE LA ERA DE CESAR DE MILL
QUATROCIENTOS ET QUINCE AN/NOS RREINA(N)TE EL MUY ALTO Y PODEROSO DON ENRIQUE…”
Aquí tenemos un tropiezo: ¿Cómo es que
no coinciden las dos fechas, 1377 y 1415?
Pues sencillamente porque son de
distintas eras.
Durante la Edad Media en los
territorios cristianos españoles se utiliza la Era Safar. Consiste
esta era en marcar el año 1 como la declaración de Hispania como provincia
tributaria romana; cuando comienza a pagar tributos a Roma. Ese momento
coincide con la terminación de las guerras civiles peninsulares, allá por el
Segundo Trunvirato. Y eso ocurrió en el año 38 antes de Cristo.
Es decir, que el año 1415 DE LA ERA DE CESAR equivale al
1377 después de Cristo.
Y en el alfiz, en latín, la oración de
Completas del Breviario Romano:
“Visita,
Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos
ángeles habiten en ella y nos guarden en paz, y que tu bendición permanezca
siempre con nosotros”
Las hojas de las puertas están
cubiertas con láminas exagonales de bronce con tres inscripciones: En algunos
exágonos horizontales:
“SE REDIFICARON – ANNO 1739”
Y todos los demás exágonos
horizontales en árabe:
“El
poder de todas las cosas pertenece a Allah, su custodio”
Y en los exágonos verticales las
letras de DEUS alrededor de una cruz.
Los aldabones son copia de los de la
antigua Mezquita de Sevilla, situados en la puerta del mismo nombre de la
catedral sevillana.
Los de la Puerta del Perdón sevillana
son almohades y los cordobeses, como hemos apuntado, son mudéjares.
Tienen éstos una inscripción en latín:
“Bendito
el Seños Dios de Israel porque la visitado y redimido a su pueblo” (Lucas I, 68)
Esta puerta recibe su nombre por ser
el lugar donde el Cabildo perdonaba a los ciudadanos que no hubiesen pagado los
diezmos.
A ella se encuentra adosada la torre,
alminar en su tiempo. El estado primitivo de la puerta y el alminar se pueden
observar en las albanegas de la
Puerta de Santa Catalina.
Juan Manuel López Márquez
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