Abderramán
al-Nasir li-din Allah ben Muhammad ben Abdallah
En el siglo I de la Hégira, siendo Al Andalus provincia del
califato de Damasco, el califa omeya Abdelmelic aplica la reforma monetaria que
lleva su nombre, la reforma de Abdelmelic.
Abdelmelic fue el quinto califa omeya de Damasco y reinó
entre el 65 y 86 de la Hégira. Consistió la reforma en un sistema bimetalista basado
en el dinar y el dirham, herederos respectivamente de la moneda bizantina y la
moneda sasánida.
Las monedas debían empezar por “En el
nombre de Dios…” que es la invocación a Allah que se repetirá en los dirhames y
dinares hasta el fin del Califato de Córdoba. Y se elimina la imagen y el
nombre del califa. Queda así la Profesión de Fe musulmana en
el anverso y la Sura 112 en cuatro líneas completa del Corán en el reverso.
Pero cuando Abderramán III se autoproclama califa rompe con esa costumbre pues en eso consiste el ser califa, en que se convierte en jefe político y religioso de la comunidad.
Abderramán
III, dirham del 317 H, ceca de Al Andalus
Peso:
2,6 gramos, diámetro: 29 mm
Anverso centro:
No
hay más Dios que el único Dios
Él
únicamente, sin asociado
Príncipe
de los Creyentes
Abderramán
Anverso orla:
En el nombre de Allah de acuñó este dirham en Al Andalus el año diecisiete y trescientos
Reverso centro (Sura 112):
Dios
es uno, Dios es
eterno,
no concibe
ni
es concebido, nadie es
semejante
a Él
Reverso orla:
Mahoma
es el enviado de Dios, al que envió con la guía y la
religión de la verdad para que superase a cualquier religión aunque lo reprueben los asociadores (Sura 69 Versículo 9)
En negro la parte conservada
El año 317 de la Hégira se corresponde con el 14.02.929 al
02.02.930 de Jesucristo.
En los cinco primeros años las acuñaciones de Abderramán
III se caracterizan por variadas leyendas. Era como ir haciendo pruebas hasta
encontrar el modelo deseado, hecho que se produce en el 321 de la Hégira y se
asienta definitivamente en el 330 H.
Se encuentran en esos años varios modelos de leyendas
distintos en las partes centrales del anverso; éste en concreto aparece en los
años 316 y 317 H
Y como algunas características importantes:
En el cuarto renglón del anverso está el nombre del califa:
Abderramán, precedido del título de Amir
al-muminin o Príncipe de los Creyentes. Se rompían así las indicaciones de
la reforma de Abdelmelic ya citada. Estamos en una nueva época que refleja un
cambio en la situación religiosa.
Y otro aspecto es el tamaño que tiene. Se consideran
extraordinarios los dírhames que tienen más de 25 ó 26 milímetros de diámetro.
Y se ha considerado que se producían para conmemorar un acontecimiento
importante. ¿Y qué más importante que un nuevo califato en el mundo musulmán? Y
digo nuevo cuando en ese momento era considerado como el único, el original. Se
habían juntado en ese momento tres califas: el abasida de Bagdag, el fatimí de
Cairuán (Túnez) y el omeya de Al Andalus, pero Abderramán III consideraba el
abasida como usurpador y al fatimí como hereje.
También podemos observar que no aparece el jefe de la ceca.
No obstante según Âdzari en el año 316, a 13 días por andar de la luna Ramadhan
se estableció la ceca en Córdoba, y se dio la dirección de ella a Âmed ben Muza
ben Chodeir. También dicen las crónicas árabes que “en este año 320 fue nombrado Director de la ceca Yahya ben Yúnas
Alcabrití, y que esto fue el sábado, 4 días andados de la luna Xawal, en
reemplazo de Âmed ben Chodeir, que como hemos visto, ocupaba aquel puesto y fue
separado en aquel día”. Es decir que el director de ceca era Âmed ben Muza
ben Chodeir y que su nombre no fue grabado en las monedas siguiendo la
tradición de los dirhames emirales.
Hemos comentado que este dirham tiene la fecha del 317 H. y que los primeros son del 316 H., pero no quiere decir eso que Abderramán estuviese en el segundo año como califa pues la severa escasez de los dirhames del 316 H. nos lleva a inducir que la ceca se abrió en los últimos meses del ese año. Es decir, Abderramán estaba en el primer año como califa.
En lo que se refiere a su abundancia se produce una
disminución progresiva a partir del 330 H hacia atrás hasta llegar al 316 en
que como he dicho son escasísimos por no decir imposibles de ver. Hay que
considerar los muchos años que llevaba cerrada la ceca, con falta de
infraestructura y operarios fijos y como consecuencia de una política concreta
de actuación. Por eso se producen tipos muy distintos en los dirhames que se
acuñan hasta que en el año 321, y sobre todo en el 330 H, se produce la
unificación de las acuñaciones y aparece lo que será el tipo común en las
leyendas de los dirhames califales
Estamos, pues, ante un dirham excepcional que marca el mismísimo inicio del califato.
Se encuentra fotografiado en la obra “Las monedas califales de ceca al.Andalus y Medina Azahara”, autor Rafael Frochoso y publicado por la Junta de Andalucía y Cajasur en 1996.
Juan Manuel López Márquez