Con
Isabel II desaparecen las onzas y medias onzas que habían circulado en los
siglos XVI y XVII, quedando el cuarto de onza, 2 escudos o doblón, pero eso sí,
con otras unidades faciales ya propias del nuevo tiempo. Es decir que estamos
ante 80/100 reales o 10 escudos, aunque en el lenguaje coloquial se utilizaba
la expresión doblón, en este caso de Isabel; resumiendo, el doblón Isabel.
Isabel II. 80 reales de la ceca de Madrid. 1835
Peso: 6´8 gr.
La
particularidad de las primeras emisiones es que su valor se consigna en reales
de vellón. Su peso teórico era de 6´78 gramos, y sus leyendas:
Anverso:
ISABEL 2ª POR LA GRACIA DE
DIOS
Reverso:
REYNA DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS-M-CR
Es
interesante ver la evolución del idioma, REYNA con Y griega. Se mantiene la
misma terminación que en el masculino no siendo en este caso una letra final.
Isabel II, 80 reales de la ceca de Sevilla. 1840
Peso: 6´8 gr.
En 1836 nos encontramos con la misma moneda en la que han cambiado
las leyendas:
Anverso: ISABEL 2ª POR LA GRACIA DE DIOS Y LA CONST
Reverso: REYNA DE LAS ESPAÑAS-S-RD
Si en el caso anterior España era España, y las Indias eran las
Indias, ahora se unifican los dos conceptos y se habla de las Españas. Y además
aparece la Constitución.
Isabel II. 100 reales de la ceca de Barcelona.
1855
Peso: 8´35 gr.
A partir de 1850, y con algunas variaciones según el año, nos
encontramos con los 100 reales. Ha cambiado el busto, ya perteneciente a una
joven, y el escudo. Y lógicamente el peso, un poquitín mayor a las primeras.
Pero numismáticamente lo que más llama la atención es la marca de la ceca, que
a partir de ahora se determinará por unas estrellas, cuyo número de puntas
indicará la ciudad correspondiente. En este caso, las ocho puntas de las
estrellas, la ciudad de Barcelona.
Isabel II. 100 reales de la ceca de Sevilla. 1862
Peso: 8´35 gr.
Los
detalles se van sucediendo, en este caso el busto del anverso
Isabel II. 10 escudos de la ceca de Madrid. 1868
Peso: 8´35 gr.
Y
por fin, el último tipo lo tenemos con la aparición del escudo con dosel en el
reverso, y el nuevo valor facial, 10 escudos
Estas
monedas áureas de Isabel II son las más abundantes siendo vistas con facilidad
engarzadas en colgantes.